domingo, 22 de octubre de 2017

Residencia de Ancianos para Ampuero

Se construirá un asilo. Es muy necesario. Parece ser que la ley ya lo dispone, y lo disponen, sobre todo, poderosas razones de humanidad. Un asilo, un refugio, en el que el desvalido halle albergue acondicionado a su calidad de persona, no puede faltar por más tiempo en la noble y hospitalaria villa de Ampuero.





Por eso acogemos con singular agrado la noticia en la que, concisamente, se nos dice que ha quedado constituida una Comisión para ver el modo de llevar a efecto la construcción de un edificio-asilo y cuarto de socorro. El prestigio de las personas que integran la Comisión citada es ya garantía de éxito en el noble empeño que se acomete. Son estas personas el señor cura párroco, don Isaac Terradillos; el inspector municipal de Sanidad, don Ramón Rivas y el médico don José López.
De suponer es que las principales dificultades a vencer por la Comisión aludida serán de índole económica. Todas estas disposiciones de la alturas, que han ocupado sendas columnas en "la Gaceta" vienen a chocar contra el agobiante estado de los erarios municipales, quebrantados por múltiples necesidades. Por eso cuando se habla de construcciones de la índole que nos ocupa, parece que presto ha de surgir, en bello gesto, la persona o personas que levanten, a impulsos de nobles sentimientos las acogedoras paredes de esos santos edificios.
El Corresponsal. "El Cantábrico", 10 de mayo de 1928. (Información recibida de (Fer-Man)

Ya se dijo "que las cosas de Palacio van despacio", pero no hay que perder la esperanza.


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