lunes, 8 de mayo de 2017

Recuerdos de la Romería de las Nieves, por Garper


EL RINCÓN DE GARPER
El cronista, desde muy pequeño, desde el balcón del palacio de La Bárcena, donde pasó los primeros catorce años de su vida, veía subir los romeros ampuerenses muy de mañana cada cinco de agosto. En la foto un grupo de ampuerenses en las Nieves, en lo más alto sosteniendo un sombrero se distingue a  Mero Pacheco, la foto parece ser que es de 1927. 


En su corazón guarda personajes inolvidables que acudían a la romería todos los años: El maestro don Dionisio,”Chelín”, Liano Sarabia, Miguelín Garmendia y Carlos Abajo, que subían juntos en aquella histórica moto de Miguelín…
Y por supuesto, un sinfín de incondicionales de nuestro Ampuero que acudían a la llamada de la Virgen de las Nieves.
   A la tarde volvía ansioso al balcón para presenciar la,”clásica bajada de las Nieves” que, por inicativa del alegre ampuerense de pro, Mero Pacheco, se mantuvo durante varios años. En el depósito del agua, en La Bárcena, se agrupaban todos los romeros y desde allí, en tamborrada y unidos en cadeneta, irradiando alegría, bajaban repartiendo la sana alegría hasta la plaza del pueblo. Luego continuaba la jarana hasta acabar con una animada verbena.

   En 1962, el escritor de recuerdos ampuerenses, subió por primera vez y desde entonces quedó prendado para siempre de esta entrañable romería.
   De Ampuero, desde siglos atrás, siguen acudiendo el día de la fiesta en crecido número sus vecinos. Así dice el cancionero: “De Ampuero fervientes/ llegan los romeros/ los pechos ardientes/ ansiando de veros”. Sin que queden a la zaga los demás pueblos que se hallen a la sombra y cobijo del manto de de la Virgen de las Nieves, pues también se canta esta estrofa en el precioso himno de la Patrona del Real Valle de Guriezo: “Gibaja, Rasines,/  Carranza y Ojébar/ de largos confines/ hasta ti te llegan”.
   El santuario de la Virgen de las Nieves de Guriezo está muy cerca del mojón que separa los municipios de Guriezo, Rasines y Ampuero. Tal mojón se conoce como el Hito de Lodos, por hallarse en este lugar que la sabiduría popular de nuestros antepasados buscó su origen en la palabra latina “latum”, barro que se forma con la mezcla de tierra y agua, especialmente la que resulta de la lluvia y la nieve. En las proximidades del mismo hay un túmulo dolménico que excede de los doce metros de diámetro. Nuestro buen amigo, el antropólogo José Eloy Gómez Pellón, dice:
   “Existen varios casos en Cantabria que nos muestran esta última relación, es decir, la derivada de la presencia de monumentos megalíticos en la proximidades de santuarios marianos. Curiosamente, en esta relación suele introducirse una variante más, que es la que se ha puesto de manifiesto previamente: los santuarios se hallan en lugares de frontera o de linde”. La afluencia de ampuerenses a esta cita de religiosidad popular, en este lugar de encanto nos lo confirma...




1 comentario:

  1. ¡Qué recuerdos!Tan lejanos y tan próximos al mismo tiempo. Gracias, Jesús, por revivirlo con tanto cariño.
    Fernando

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