de Ampuero
dirigida
por
Eustaquio
Gurrochaga.
A Eustaquio
Gurruchaga le hemos
mencionado algunas veces en nuestras crónicas pero nunca le habíamos dedicado un espacio biográfico. Para ello copiamos datos obtenidos en Internet, sobre todo escritos por Miren Izagirre Etxebeste. Son entradas fáciles de encontrar buscando en la red el nombre del músico.
"Eustaquio Gurruchaga Oliden, nacido el 20 de septiembre de 1897, en Aizarna, Guipúzcoa, estudió un primer curso de colegio en Comillas pero no volvería a Cantabria hasta 1927, año en que se instaló en Ampuero como organista y director de la Banda Municipal. Casó con Rosario Ruiz Arenado con la que tuvo seis hijos. Se formó como organista en Azpeitia y Valmaseda y tuvo como maestro a Urteaga. Durante años trabajó como pianista de salas de cine mudo. Su labor creativa se centra en la composición de música litúrgica y para coro aunque hace alguna incursión en el folclore. Fue director de coros y ochotes (octetos vocales).
Tumba del maestro gurruchaga en el cementerio de ampuero. Gurruchaga vivió unos años en el edificio de la plaza donde se encuentra el rosa mary.
"Compuso varias obras de música religiosa tradicional, trabajando principalmente el género de la misa y el motete. Así, podemos citar obras como Misa de Requiem Tertia (2-3V, órg.), Maria Mater Ecclesiae (3-4V, órg.), Iubilate Deo (3V, órg) o Gaudeamus in Domino (3V, órg) dentro de las primeras; entre los motetes que compuso, contamos con Victimae paschali laudes (3V, órg.), Corazón de mi amable Salvador (3V, órg.) o Ave María (bar., órg), entre otros. Tampoco debemos olvidar sus composiciones profanas. Así, sus canciones para coro, entre las que se encuentran Ecos del mar y Amatxo maitea, la suite romántica para piano, o sus zarzuelas El hidalgo y El mastín, esta última estrenada bajo la dirección del propio autor en 1954".
"Compuso varias obras de música religiosa tradicional, trabajando principalmente el género de la misa y el motete. Así, podemos citar obras como Misa de Requiem Tertia (2-3V, órg.), Maria Mater Ecclesiae (3-4V, órg.), Iubilate Deo (3V, órg) o Gaudeamus in Domino (3V, órg) dentro de las primeras; entre los motetes que compuso, contamos con Victimae paschali laudes (3V, órg.), Corazón de mi amable Salvador (3V, órg.) o Ave María (bar., órg), entre otros. Tampoco debemos olvidar sus composiciones profanas. Así, sus canciones para coro, entre las que se encuentran Ecos del mar y Amatxo maitea, la suite romántica para piano, o sus zarzuelas El hidalgo y El mastín, esta última estrenada bajo la dirección del propio autor en 1954".
Junto a la tumba de Gurruchaga la de su esposa ampuerense.
"Músicos como Eustaquio Gurruchaga son
personalidades imprescindibles de la cultura de un país. Su labor pausada,
humilde pero apasionada, dilatada en el tiempo, sentados al órgano en los
servicios religiosos cotidianos, dirigiendo coros, dirigiendo bandas,
enseñando, componiendo, representa una tarea musical impagable porque va
impregnando de música viva la vida diaria de una comunidad".
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