jueves, 28 de julio de 2016

Ampuero: Cantera Racinguista, por Garper










"EL RINCÓN DE GARPER"
CANTERA DE FUTBOLISTAS RACINGUISTAS A ORILLAS DEL RÍO ASÓN
(En la foto el equipo del Racing, temporada 41-42. Vemos de portero a Caller y de jugador el segundo a su derecha a Casamichana.)
   Ampuero siempre ha estado, estrechamente, vinculado a nuestro entrañable y centenario Racing. En la villa ribereña del Asón se han vivido momentos históricos, con mucho cariño y pasión, hacia el equipo de la tierra; sentimientos que se han transmitido a lo largo de un siglo de generación en generación.

La pasión por los colores verdiblancos se ha visto desbordada, en muchas ocasiones, por la coincidencia de excelentes futbolistas ampuerenses en las filas racinguistas.
 Queremos traer a las páginas de este suplemento dominical a Efraín Ruiz Echevarría, Casamichana, Quinín Caller, José Manuel Gómez, “Chiri” y Victor Diego, que en distintas épocas, han contribuído a resaltar el histórico Racing.
Curiosamente, al igual que el título del himno de Ampuero, cuatro nacieron “A orillas del río Asón” y a Víctor Diego, aunque le nacieron en Santander, por ser hijo del ribereño del Asón Víctor Diego Pradere, “Vitines”, le consideramos con raíces de Ampuero al igual que los de Laredo, por ser su madre de la Costa Esmeralda, reparten las raíces de Víctor.
Y, si el Asón nace saltarín y alegre desde su cuna de Soba, para pronto dar origen a una bellísima cascada, conocida como “Cola de caballo”, produciendo un ruído, tal vez origen de su topónimo “Aqua Sonans” (Aqua SONans) también estos futbolistas nacieron alegres y saltarines para pronto saltar, con la fuerza de una cascada, a las filas del Racing. Ahí van breves retazos de estas figuras legendarias:
Efraín Ruiz Echevarría perteneció al Racing en la temporada 1933 – 34. Jugaba de delantero centro. Dicha temporada el Racing quedó 3º en la liga española de primera división. Posteriormente jugó en el Asturias mejicano ya desaparecido. Brilló en muchas ramas del deporte: fútbol, caza, automovilismo y en piragüismo. En 1929, mientras se hacía ingeniero agrónomo en Bélgica, comenzó a disputar pruebas automovilísticas. Amigo del campeonísimo Fangio, de Ascari y del malogrado Jean Bera. Compitió con ellos en las principales carreras automovilísticas. En la famosa y temible Panamericana la corrió cuatro veces, quedando en 1954, con un “Ferrari” en 5º lugar. Practicó el piragüismo en algunos revueltos ríos canadienses… La pasión por el deporte le llevó a crear El Descenso Internacional del Río Asón, cuya meta está a la puerta de su casa (la antigua Casa Verde). Curiosamente la primera edición fue en 1954.

Casamichana fue otro gran jugador de la cuenca del Asón, nacido en Bulco, barrio de Udalla. Coincidió en el Racing con Quinín Caller. Jugó de defensa desde el año 1941 hasta el 1948. Padeció una grave lesión durante dos años. El actual preparador, Casamichana, lleva este ilustre apellido, ya que es hijo de Vicente Casamichana, uno de los sobrinos del jugador.

   Quinín Caller fue un porterazo  que defendió la meta racinguista del 1939 hasta el año 1944. Hace años tuvimos la ocasión de leer en el diario Marca lo que Miguel Muñoz dijo de él: “Caller era un diamante sin pulir”. Muñoz, jugador y entrenador del Real Madrid en los tiempos de las primeras seis Copas de Europa, coincidió de jugador con Caller en el Racing.
Caller luego jugó en el Atlético de Madrid, Jerez y en el Betis (donde estuvo 5 años). A Quinín le gustaba contar una simpática anécdota: “Recuerdo una vez, jugando en el Jerez contra el Racing en el Sardinero, le paré un penalti a Orizaola. La gente me quería matar: Sinvergüenza, ¿a quién se le ocurre hacer perder a tu equipo? Antes, antes, cuando estabas aquí, tenías que haber hecho esas paradas”. También de Marrón, al igual que Quinín, es José Manuel Gómez Romaña, “Chiri”, jugador del Racing entre los años 1978 y 1987. Centocampista, jugador de entrega y pundonor. Un pulmón imprescindible en las alineaciones racinguistas. Ha sido uno de los jugadores que más partidos oficiales a disputado en la historia del club: 256.

  Y, Víctor Diego, el hijo de Víctor Diego Pradere, cariñosamente “Vitines”. Jugó entre los años 1980 y 1988. La temporada 1983 – 84 no jugó por una grave lesión que truncó su futuro. Interior de mucha clase con un futuro prometedor pero no tuvo fortuna. Cuando había fichado por el Real Madrid, todavía en el equipo de la tierra, fueron a disputar un partido amistoso a Sestao y al regreso, en Muskiz, tuvieron un accidente con el autobús y Victor sufrió una lesión grave en una pierna que le impidió llegar a lo más alto. También coincidió en el club con Chiri. Ahora está en el Consejo de Dirección, luchando a brazo partido, por salvar nuestro centenario Racing,RA, RA, RA…

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