La Vecina
Casi todos los sábados por la noche
nuestra vecina regresaba acompañada. Nos daba un
poco de vergüenza salir corriendo hacia la habitación del fondo del pasillo,
pero el juego nos excitaba, era una sensación deliciosa escuchar detrás de la
pared y crear en nuestras cabezas todo un repertorio de fantasías. Nos divertía
imaginar sus caricias, la postura que elegían cuando él la ensartaba. Los
gemidos, las embestidas, el ruido del colchón, el chapoteo del sexo sumergido
componían una voluptuosa sinfonía. Gozábamos pensando que ella lo sabía, que
fingía más de un jadeo con intención de provocarnos. Era una zorra, una zorra
maravillosa que disfrutaba concibiendo nuestros cuerpos desnudos al otro lado
de la pared agitados presas del estremecimiento. Lástima que no pudiera pagar la hipoteca y el banco le embargara su piso.
AGRADECEMOS A ANA RODRÍGUEZ, DE LIMPIAS, QUE NOS ENVIARA ESTE CUENTO. FINALISTA NOS CUENTA DEL PRESTIGIOSO CONCURSO DE RELATOS:
"EL CINTURÓN DE ASTEROIDES" de la ciudad de Murcia.
AGRADECEMOS A ANA RODRÍGUEZ, DE LIMPIAS, QUE NOS ENVIARA ESTE CUENTO. FINALISTA NOS CUENTA DEL PRESTIGIOSO CONCURSO DE RELATOS:
"EL CINTURÓN DE ASTEROIDES" de la ciudad de Murcia.
No lo entiendo. El otro día lo firmaste como tuyo, y a la vecina la atropellaba un tractor... Y ahora lo firma una de limpias y a la vecina le embarga el piso el banco... ¿Con qué versión nos quedamos?
ResponderEliminarYo creo que mejor con la versión de Ana, la de Limpias, la mía resultaba muy trágica.
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