domingo, 3 de abril de 2016

Sobre molinos y ferrerías, por Marce

Bóveda de la antigua ferrería situada bajo el taller "La Fábrica".

Debe recordarse cada cierto tiempo a nuestros políticos y a las instituciones pertinentes la importancia que para la economía de Cantabria tuvieron las ferrerías y los molinos hidráulicos.
Porque si hubo una actividad industrial en nuestra región que alcanzó gran auge a nivel nacional, esta fue la de los molinos y ferrerías.
En Ampuero el Ayuntamiento se constituyó en 1822. En 1835 se dividió en dos, Ampuero y Marrón, hasta el año 1868 en el que se decretó la fusión de municipios excesivamente pequeños. En el año 1845, Ampuero contaba con 2086 habitantes.
 En Ampuero en el Povedal se montó un polígono de molinos y ferrerías sin contar con los muchos que teníamos esparcidos por todo el municipio. En estos conjuntos Juan de Isla montó 60 fraguas y 4 martinetes en el 1752, en los martinetes tenían montados la planchuela de menor grosor que se labraba en la ferrería, producían cuadradillas, chavazones y herrajes para los navíos. Explotó en beneficio propio y surtió a los Astilleros Reales, en los que fue asentista. Tuvo colocadas a más de 500 personas de todo Ampuero. Hasta hace muy pocos años había numerosos molinos en nuestro Ayuntamiento en funcionamiento, yo he conocido funcionando al menos tres en Ampuero, uno en Udalla, en la zona de Bulco; otro el de Emilio en Marrón, el de Abajo y el tercero el mío, "el molino de Órtola".

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