domingo, 28 de febrero de 2016

Llegan las Marzas


Mañana lunes, último día del mes de febrero (Febrero febreruco eres el más cortuco), los niños de la escuela de Ampuero saldrán a cantar las marzas, (si el tiempo lo permite), y  de este modo mantendrán viva una tradición “que se pierde en el túnel del tiempo”.
Hoy no vamos a fijarnos en el modo particular de celebrar esta fiesta en Ampuero sino en cómo lo hacen en Soncillo y en Bezana (Burgos) por supuesto con mucha analogía.

Como ocurre en Ampuero también en Soncillo el canto de este romance cada año que trascurre tiene menor seguimiento. Aquí como ya hemos señalado son los maestros de la escuela los que han logrado mantener encendida la llama de las Marzas, al animar a los niños a salir desde la escuela hasta la plaza con sus varas adornadas con cintas de colores. Y luego los mayores formarán cuadrillas para ir a pedir los aguinaldos por las casas y comercios.
En Soncillo: “Se cantan la última noche de Febrero, cuando da comienzo el mes de Marzo, de ahí su nombre, a modo de cordial recibimiento de la Primavera, prolongándose hasta los albores de la amanecida. Los mozos del pueblo se agrupan en dos conjuntos y parten de dos barrios diametralmente opuestos. Sus pretensiones no son otras que llevar la alegría al pueblo, y en cierta medida relacionado con la vigilia y el ayuno impuesto por la Cuaresma, tras las Carnestolendas, recibir un aguinaldo en especie, con el que preparar una copiosa cena.

En torno a las dos de la noche, se entona el primer verso, a partir de ese momento se va de puerta en puerta preguntando: ¿Cantamos o rezamos?, pues podía darse el caso de una muerte reciente, existir un enfermo o tratarse de la casa del cura. En caso de ser requerida la romanza por los habitantes de la vivienda, los mozos cantaban lo que a continuación sigue:

“Marzo florido seas bienvenido (Bis)
que en el mes de marzo florecen los guindos
también los manzanos, cerezos y endrinos.

Traemos un burro cargado de nada (Bis)
que come chorizos y buenas tajadas

-Estribillo-
Quédate con Dios que nos caminamos (Bis)
hasta que en la gloria juntos nos veamos.
-Estribillo-“

En la casa del cura, el inicio era distinto:
“Oiga el cura quien es su Señora (Bis)
la hostia y el cáliz y nuestra Señora (Bis)”

Si, por lo que fuera, no se recibía el aguinaldo o la cuantía deseada, concluían diciendo:
“A los de esta casa sólo les deseo
que sarna perruna les coma los huesos”.

Pedro J. Mediavilla Pereda

Joaquín García Andrés

Aula Activa de la Naturaleza. Soncillo, Burgos.


"BEZANA es un pueblo pequeño que en sus mejores tiempos lo habitaban unos 40 vecinos, distribuidos en tres barrios muy diferenciados con sus casas disgregadas en un hermoso valle en la falda del monte Carrales, entre un espeso monte de hayas y una dilatada pradera siempre verde y fresca, que contrasta ya con el paisaje seco de la meseta castellana, más al sur. Bezana da nombre al Valle Valdebezana al que pertenece, cuya capitalidad ejerce Soncillo, que ha sido centro comercial de aquella zona. Muy próximo está el pantano del Ebro y el puerto del Escudo, que hace de línea divisoria con la provincia de Cantabria.
Como los pueblos próximos de Cantabria, Bezana y sus pueblos vecinos se dedican fundamentalmente a la ganadería, pues la abundancia de pastos en sus prados favorece este trabajo, quedando el cultivo del cereal en un segundo lugar, siendo de muy buena calidad sus patatas, a cuyo cultivo ha dedicado la mayor parte del terreno cultivable.
En el aspecto tradicional, BEZANA, sus hombres y mujeres han conservado hasta donde han podido sus costumbres, su cultura popular, sus fiestas, sus canciones....

J.L Valdivielso

Simpático cartel anunciador del popular cántico en la Villa Ducal (Lerma). Son muchas las localidades burgalesas que también, como localidades cántabras, celebran las Marzas.

LAS MARZAS SEGUN SE CANTABAN EN EL PUEBLO DE BEZANA (BURGOS)
Por Jaime L. Valdivielso Arce.
Los mozos del pueblo formando un solo grupo recorrían todas las casas de la localidad cantando las Marzas en la noche del último día de Febrero.
Llegados a la casa que corresponde en su recorrido; el mozo que dirige el grupo pregunta:
-¿Cantamos o rezamos?
Obtenida la licencia del dueño de la casa, comienzan a cantar:

Santas, buenas noches gentes de esta casa,
nobles y caballeros, galanes y damas.
Si nos dan licencia para que cantemos
con mucha prudencia las marzas diremos.
Oh, dichoso Marzo, que mañana llegas,
regando los campos con tus flores bellas.
Y los pajaritos en las arboledas
con el sol brillante buscarán la ausencia
Y los ganadillos irán a la sierra
a pacer las flores y las frescas hierbas
Oh, dichoso Marzo, que mañana llegas,
con una nevada que tiembla la tierra
Traemos un burro cargado de arvejas,
lleno de gorgojos hasta las orejas.
Traemos un burro cargado de nada,
que no come trigo, paja ni cebada,
que come chorizos que le dan las damas.
Vísperas de Marzo, traemos por escrito
que guarden la fiesta del Angel bendito.
Con mucha prudencia las Marzas cantemos
y que un día todos en el cielo estemos.



       

 

 





 
 
 

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