El resultado
del partido Erandio Club-Ampuero F. C. no causó mucha sorpresa en nuestra
villa, al conocerse el domingo por la noche, la derrota sufrida por el once
local, campeón amateur de Cantabria, frente al de Vizcaya.
El resultado
del encuentro de eliminatoria jugado el domingo en Ategorri, en el propio campo
– así lo quiso la suerte o la Federación Nacional, que eso no se sabe de cierto
– de los campeones de Vizcaya, no causó aquí mucha sorpresa, porque la realidad
nos había hecho esperarla desde el punto y hora en que se supo cuál era el
enemigo “asignado” a nuestro equipo y en las condiciones “favorabilísimas” en
que los nuestros tenían que ventilar el encuentro con un once
desproporcionadamente superior al nuestro, con un equipo como el Erandio, que
pertenece a la serie A que ha batido varias veces al Athétic, de Bilbao, y que
está integrado por jugadores y profesionales bien pagados.
Se esperaba
que el Ampuero sucumbiera, desde luego, ante la superioridad de su contrario, y
el resultado del encuentro, 5-1, confirmó los pesimistas vaticinios que de
antemano se habían hecho acerca del encuentro. Pero no es cosa de pasar por
alto los comentarios que, al margen del encuentro de Ategorri, nos sugiere ese
partido, por la forma deportivamente descabellada en que la Nacional ha
organizado el campeonato amateur de España en el año actual.
Cuando se
organiza una competición amateur, ésta debe ser, así lo entendería cualquiera,
un torneo en que sólo participen clubs absolutamente amateurs. Y, por lo que se
ve en el campeonato que comentamos fuera de los pocos clubs verdaderamente
amateurs que, como el nuestro, se lanzaron incautamente a esta competición
oficial creyendo que en ella únicamente entrarían clubs de igual condición, los
que toman parte en él son verdaderos clubs profesionales, algunos de ellos como
el de Erandio acostumbrados a las luchas de serie A, y con jugadores
consagrados como lo demuestra este dato: cinco de los jugadores alineados el
domingo contra el campeón de Cantabria están ya adquiridos por clubs de la
primera divisón del campeonato de Liga, dos por el Donostia y tres por el
Arenas, para jugar en ellos en la próxima temporada. Por lo demás la afición de
Ampuero se siente muy satisfecha de la labor desarrollada por nuestro equipo y
el domingo en Erandio e igualmente debe de estarlo la afición de la región en
general. Ya se necesitarían entusiasmo y montañenismo para aguantar el
encuentro frente a un once muchas veces superior y evitar que el resultado
adquiriese, al final de la lucha,
proporciones de catástrofe.
Mayo 1933. El Cantábrico. José Bálsamo.
Por cierto, si alguien conoce alguna información sobre este corresponsal de Ampuero que firmaba como José Bálsamo en los años 20 y 30, me gustaría que me lo contara porque a parte de sentir admiración por su trabajo, he encontrado muchas noticias suyas y es como si uno creara lazos afectivos en esa especie de "túnel del tiempo", que es la historia de nuestro pueblo y las distintas generaciones que lo habitaron.
EL RAYO Y EL AMPUERO EMPATAN
El domingo
se jugó en nuestros campos un buen partido, enfrentándose los equipos Rayo
Sport, de Santander, y el titular, Ampuero F.C.
El público,
instantes antes de comenzar la lucha, premió con una merecida ovación a la
señorita Julia Sanz, presidenta del club santanderino, al aparecer ésta en el
campo para hacer entrega al capitán local de un banderín de seda, bordado y un
hermoso ramo de flores.
Lo más
destacable de la lucha en los quince primeros minutos correspondió a la defensa
del bando local, la que actuó de manera inmejorable.
Los primeros
en marcar fueron los de casa. Foronda fue el encargado de lograr el tanto,
rematando un buen centro del extremo derecha, García. Los forasteros en un
avance rapidísimo llegaron hasta los dominios de Ayala y lograron el empate,
antes de que tuviéramos tiempo de anotar la jugada anterior.
La lucha,
con esto, se hizo más movida e interesante. Cinco minutos de juego excelente
por ambas partes, y los forasteros volvieron a marcar, logrando el segundo tanto.
Pero los de casa no se amilanaron. En una jugada estupenda, avanzaron, y un
bonito centro del extremo derecha es rematado por un delantero, Sarabia,
logrando el empate a dos tantos. Los locales volvieron a marcar, a los cinco
minutos de haber comenzado el segundo tiempo, por efecto de un chut por el
portero, por resbalar y caer, no pudo detener. Pero los forasteros, muy
animosos y decididos, volvieron a empatar, tras una jugada preciosa, a tres
tantos. Los de casa estuvieron a punto lograr el cuarto gol, por un córner, del
extremo derecha. Pero la misma jugada se sucedió a continuación, logrando el
tanto del desempate Foronda.
Cuando iba a
finalizar el partido, los de Santander lograron el cuarto gol, empatando el
encuentro.
Se
alinearon: por el Rayo Sport; Hilario, Arauna y Toniuco; Caquero, Chuchi y
Chiqui; Helguera, Cholo, Yayo, Teto y
Dou.
Y por el titular, Ayala, Luengo y
Jaime; Claramunt, Chirri y Abascal; Rubio, Sarabia, Foronda, Rodríguez (A) y
García (J).
El Cantábrico.
22-6-1933. José Bálsamo
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