Leoncio Marugán, por Garper

                            

                          (EL RINCÓN DE GARPER)


                              MARUGÁN: UN FOTÓGRAFO PARA EL RECUERDO.

   La firma “Marugán” nos hace vivir viendo sus fotografías, tan artísticas, que se conservan en los archivos familiares de Ampuero, Limpias, Cantabria, España y nos atreveríamos a decir que difundidas por todo el mundo, recuerdos entrañables del siglo XX.
   Don Leoncio Ajo Marugán nació en la Nava de la Asunción (Segovia) en el año 1.880 y como dijo en más de una ocasión: “Ingresé  en la Banda Militar diplomada de Segovia, donde figuraba como agregado. No pude pasar a soldado porque en el reconocimiento médico vieron que tenía un dedo más en la mano derecha”.
   Pero, ante lo que él consideró un fracaso, aprobó una oposición en la Banda de Música Civil de Gijón. En esta localidad ganó un premio de dibujo y esto le hizo contactar con el mundo de la fotografía. Así inició el camino que paso a paso le convirtió en un excelente fotógrafo.
   Y sucedió que el 30 de marzo de 1919 ocurrió el acontecimiento  del Santo Cristo de Limpias, el último día de la Misión llevada en esta localidad por los PP. capuchinos de Montehano, Anselmo de Jalón y Agatángelo de San Miguel. Vinieron fotógrafos de Madrid, Bilbao y de otras partes, pero las tomas de Marugán del Cristo de la Agonía fueron las mejores, haciéndole famoso porque se distribuyó por todo el mundo y aún hoy siguen recorriendo los rincones más insólitos. Esto hizo que durante los años veinte del siglo pasado acudiesen millares de peregrinos a Limpias. Todos se llevaban la estampa de la foto hecha por Marugán. De estos años es la coplilla incrédula que decía: “El Santo Cristo de Limpias/ dicen que suda que suda/ lo que sudan son los cuartos/ en el bolsillo del cura”.
     Don Leoncio Ajo Marugán se estableció en Limpias pero años más tarde se trasladó con su estudio fotográfico a la villa de Ampuero. Toda la comarca del Asón acudía a su estudio a hacer las fotografías de bodas, comuniones y acontecimientos familiares. También se acercaban de Santander, Bilbao y otras provincias. Tal era la fama que se acuñó un dicho popular que decía:  “ Vete a hacer la foto donde Marugán que hasta los no agraciados por la naturaleza salen hechos unos cromos”.

  
                                                 Feria de ganado en la Nogalera

La firma Marugán adquirió fama internacional, no solo por su foto de la Agonía del Santo Cristo de Limpias, también tuvo clientes ilustres, como la emperatriz Zita de Austria o con Alfonso XIII y los infantes D. Juan de Borbón, sus hermanas Beatriz y María Cristina y el pequeño Gonzalo.
   En 1971 se le concedió el título de “Productor ejemplar” y “Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo”. Su constancia y vocación por la obra bien hecha le mantuvo en actividad hasta sus últimos días, falleciendo en Ampuero en 1975 a la edad de 95 años.
   Sus hijas, destacando Teresa, cariñosamente conocida como Tere Marugán, también fueron excelentes en el manejo de las viejas máquinas, como la “Shutemarke” del año 1920.
   El legado de don Leoncio Ajo Marugán ha quedado para siempre con su gran obra fotográfica…

                                                                                                                Jesús García Pérez