domingo, 22 de febrero de 2015

Leoncio y Teresa Marugán 2


En un artículo titulado: Leoncio Marugán. Fotógrafo.  (Lamento no poder citar su autor).
Pude leer que Teresa Marugán mantuvo vivo el estudio fotográfico “hasta que decidió donar sus viejas compañeras de fatiga. Alguna de sus cámaras irán al Museo de la Magdalena; otras viajarán a formar parte del Museo de Fotografía de Florencia y los negativos en placa de cristal, cuidadosamente conservados, del Cristo que hicieron famoso a su padre, irán al Museo Provincial de Arte Sacro”.

                                                               Leoncio Ajo Marugán

Teresa Marugán, continuó con el oficio de su padre  por lo que en ocasiones podemos ver el sello Marugán y no estar seguros si la foto la tomó el padre o la hija. Teresa realizó más bien retratos y no fotos en el exterior, aunque sí desde los balcones de su casa (en el edificio donde se encuentra la farmacia) sacó determinadas veces imágenes de los encierros o de la Nogalera. En los últimos años las fotos las revelaba en Laredo, era muy exigente y perfeccionista. Recuerdo que una vez me vio con una cámara pequeña y me dijo que las máquinas modernas  tenían unas lentes muy buenas y que no era necesario grandes equipos para realizar buenas fotos. En su casa atesoraba unas cuantas máquinas antiguas, algunas de mucho valor, también otros aparatos curiosos como visores para ver imágenes estereoscópicas, que crean una ilusión de profundidad o tridimensional.
 
                              Un aspecto del estudio de Teresa Marugán, a finales de 1980.

Qué pena que no hubiera existido en Ampuero, entonces, un lugar apropiado  donde exponer y cuidar sus máquinas, imagino que ella se hubiera sentido orgullosa de que ese legado familiar se quedara en el pueblo. Ya lo estoy pensando... un espacio museístico que albergara cosas de Ampuero, a su colección de máquinas sin duda se hubieran ido añadiendo nuevas aportaciones de otros vecinos. Dentro de vitrinas: los negativos de cristal, las postales de principios de siglo XX; habría fotos expuestas en marcos y seleccionadas en cajones, centenares de imágenes organizadas por temas diversos, fechas y valor documental.
En otra sala se hallaría todo el material digitalizado al servicio del público, que deseara pasar una tarde  consultando los fondos, por ejemplo buscando imágenes de la celebración de las Marzas, de equipos de fútbol, de la plaza de toros antigua de la Nogalera, del Colegio de las Monjas o de las escuelas. Navegando entre miles de imágenes de Ampuero y de los ampuerenses de distintas generaciones habríamos pasado horas entretenidas. Habría sido un museo abierto y en continuo crecimiento;  imaginar si en su día se hubiese invertido en tal proyecto, no creo que el dinero fuera un factor clave, sino más bien la seriedad, la ilusión y el trabajo de un equipo de personas que por una u otra razón no llegaron a considerar este tema de interés.

 Tampoco vamos a exagerar y sentirnos desgraciados, a fin de cuentas se han conservado muchas fotografías antiguas de nuestro pueblo para que lleguen a las generaciones venideras. Las máquinas ya se quedaron en Florencia.

Hoy sigue sin existir ese espacio museístico y no sabemos si los jóvenes en el futuro apostarán por él.


En la fotografía aparece un negativo de cristal de Leoncio Marugán, sobre la visita que realizó Miguel Primo de Rivera al Ayuntamiento de Laredo, a finales de los años 20. Es una imagen, doble, una imagen estereoscópica.
En un artículo publicado por "europa press" el 27 de enero de 2010, se decía:
LA UNIVERSIDAD DE CANTABRIA RECUPERA EL LEGADO FOTOGRÁFICO DE ANTONIO FACI CON UNA EXPOSICIÓN Y UN LIBRO. EL PRÓXIMO PROYECTO PREVISTO ES EL DEL FOTÓGRAFO LEONCIO MARUGÁN....
El Archivo de Leoncio Marugán está depositado en la UC por cesión de su familia y abarca ochenta años de la historia de Cantabria, de 1900 a 1980.
La colección incluye imágenes sobre playas, romerías, trajes regionales y otras muchas temáticas. Esta colección se quiere digitalizar y es un proyecto de recuperar el patrimonio fotográfico.
 
Otro negativo de la colección de Marugán, en este caso se ve el puente de Marrón y el chalet de doña Julia.
Teresa, un tiempo antes de morir,  sacó de varios cajones 20  o 30 negativos, entre ellos algunos de cristal y otros de plástico o acetato de celulosa y me los regaló por lo que se desprende del artículo anterior la colección de su padre ya la había cedido a la Universidad. De lo cual me alegro porque yo ya estimaba que la colección de Marugán no existía.
Me contaron que antes de Marugán en Ampuero hubo un fotógrafo que se llamaba Foronda y vivía en Cantarranas  y que al poco de morir su mujer o su hija, un día que el Vallino iba muy crecido, agarraron todas las cajas de papeles y tiras de negativos y al río. Entonces no se valoraban del mismo modo que hoy esas cosas, sólo eran molestias en los armarios.
 
 
                                                                                                                     Otro día seguiremos
 
 
 
 

 

 




 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

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