viernes, 24 de octubre de 2014

Romance de la Zagala


Zagalica, ten cuidado por las sendas que caminas, que está solitario el monte y cayó nieve en las cimas.
Ya no hay en los bosques hadas como aquellas bendecidas de los años infantiles de que te habló la abuelita.
No hay príncipes como aquellos de reinos de fantasía, que en brillante cabalgata de corceles y jaurías atronaban los espacios con sones de montería, ni unos enanos barbudos, patizambos y egoístas que amontonan sus riquezas de topacios y amatistas en el fondo misterioso de una gruta cristalina.
Ahora hace frío en el monte y están nevadas las cimas, encharcados los caminos y las tierras ateridas.
Desde la cumbre, los lobos en manadas se avecinan y en las sendas solitarias hambrientos celan y atisban…
Mira que el viento de invierno todas las flores marchita, y tú eres como una rosa de Abril, recién florecida.
(Versión resumida del romance de José Montero, publicada en la revista “La Esfera”,  el 19 de enero de 1918, fotografía de Buerba).


Varela de Seijas
 

 

 

 

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