lunes, 18 de agosto de 2014

Otra encuesta 2


El pasado día 10 de agosto, en el suplemento del Diario Montañés (Laredo-Asón) se leía la encuesta:

 ¿Qué le parece que se promocione las fiestas de Ampuero a través de un video?

Dio la casualidad que las encuestadas eran todas mujeres y coincidieron en señalar que les pareció buena iniciativa. Argumentaron que las fiestas:“…debían coger el auge perdido”, “las fiestas han ido a menos y hay que trabajar para que vuelvan a ser lo de antes”, “las fiestas han perdido al igual que el pueblo”, “se ha perdido el espíritu de antes”, “mucha gente ya no viene como lo hacía hace años”.

 Todos estos comentarios críticos con visos de añoranza nos hacen pensar que abundan quienes sienten que las fiestas ya no son como eran, que en el pasado acudían más forasteros y existía más animación en las calles.

 Si las fiestas perdieron en alguna etapa su atractivo, habrá que averiguar que claves fallaron para volver a apuntalar su programa. Lo peor es que haya descendido su popularidad paulatinamente, entonces el problema es más serio porque habrá existido una evolución negativa.

¿Ocurrirá eso también en las fiestas de otros pueblos y ciudades desde que azota la crisis económica?

En aquellos  “años dorados”, ni existía el Desembarco de Carlos V, ni las Guerras Cántabras, ni se celebraban tantos conciertos de música, ¿ha podido influir que existan otras alternativas de ocio?

¿Seguirá atrayendo a los jóvenes el modelo de nuestras fiestas?

Y si por el contrario las fiestas gozaran de buena salud, que únicamente se han visto mermadas por la situación económica de una manera comprensible y esperemos que pasajera, y como el año pasado llovió tal vez se recuerde que se suspendieron actos festivos y que mucha gente, por el motivo del mal tiempo no vino.
Pero que el pueblo sigue fiel a su fama de organizar fiestas con mucho éxito.

 Con seguridad  cada uno se remonta a unos recuerdos determinados, que se añoran y en cierto modo se idealizan, pero esos tiempos no volverán, al igual que las golondrinas de Becker.

A Ampuero tampoco volverán aquellos años dorados de la pesca del salmón, de los piragüistas alemanes y del NODO, de la presencia del príncipe de Bragatión y Juan Fernández. Tampoco regresarán los mercados ganaderos del primer sábado de mes cuando los forasteros invadían los comercios y los establecimientos hosteleros, que no daban abasto para dar de comer y beber a tantos.

Ya digo, cada uno puede sacar de la chistera las cenizas de un pasado perdido.

Y a las jerarquías correspondientes les toca diagnosticar y operar cuanto sea necesario.

2 comentarios:

  1. Creo que si no se hace nada es cuando nada puede cambiar, ni volver a ser como antes. Y es que las cosas no tienen que ser como fueron, pueden incluso mejorar. Cualquier iniciativa que se tome debería ser apoyada, no sólo vale quejarnos sin hacer nada.

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  2. ¿Por qué han ido a menos? Por el paulatino y continuo cierre de bares y lugares de "esparcimiento". Antes la zona de fiesta iba desde la discoteca La Paloma (el bar de la presa ya pillaba más lejano) hasta la plaza de toros, y hoy simplemente `llega hasta el ayuntamiento. "El Perdigón", el bar Tino, "La Paloma", el Boulebard, el Naxos,...pasaron a mejor vida.
    También está el factor de que "a nuestro parecer cualquier tiempo pasado fue mejor", y que no volveremos a tener la edad que teníamos en aquellos tiempos.

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