lunes, 28 de julio de 2014

Desde Buenos Aires


Querido amigo Santi.
Estuve buscando durante muchísimo tiempo, años diría, datos sobre la Casa Colorada, que creo quedaba cerca de la Joyeria Brera, 
Bien, te contaré un poco. Corría el año 1969, cuando mi padre fue destinado como diplomático argentino, al Consulado Argentino en Bilbao, allí partimos, él, mi querida madre y sus cinco hijos, yo entre ellos. Ya habíamos vivido en nuestra querida España, en Madrid unos años cuando mi padre estaba destinado en la Embajada Argentina en Madrid, allí nació el más pequeño de mis hermanos.
Cuando estábamos viviendo en el Uruguay, le salió el nuevo destino a Bilbao,  y todos felices, era la cuna de nuestras raíces vascas, y volvíamos a nuestra querida España, nuestra madre patria, asÍ la hemos sentido y la sentimos siempre en nuestra familia.
Cuando llegamos a Bilbao a principios del año 1969, vivimos un tiempo en el maravilloso Hotel Aránzazu, luego fuimos a vivir un tiempo al querido Ampuero, justamente en la Casa Colorada, no te puedo explicar al experiencia que fue para todos en general, pero para mí en particular, tal vez porque yo soy el que te la está contando, pero valga, acá te diré que sentí.
Mis padres que eran entendidos en el buen vivir, en la austeridad y en lo hispano, eligieron por un amigo de mi padre que era diplomático y conocía Ampuero y Limpias, este lugar, cuando llegamos a la Casa Colorada, la que no tenía nada que ver con lo que estábamos acostumbrados en los viajes de mi padre, comprendimos la experiencia maravillosa, el ejemplo que nos regalaban nuestros padres en ese querido lugar y en esa estadía en la Casa Colorada.
Su gente, maravillosa, la vida en ella fue sencilla, admirable, vivíamos y disfrutábamos el día a día, entre los cuatro hermanos varones, la mayor era una chavala. nos compramos unas cañas de pescar, e íbamos los cuatro al río Asón a pescar salmonessssssssssssssss, ja, ja nada de ello, recuerdo que una vez, estuvimos toda una tarde intentando tomar un salmón, nada, pues la primera picada fue............una anguila, la dejamos de lado, luego...........pico nuevamente y dijimos, este es nuestro salmón,................y no, fue otra anguila, ..........Así esperamos y la tercera.............la tercera fue....uno de mis hermanos dijo, Bien, si es nuevamente una anguila me las como esta noche, .........y, fue una anguila nomás, Así que pues esa noche, en la querida Casa Colorada, cocinaron la anguila para mi hermano.

 Cuantos recuerdos querido amigo, de ese maravilloso Ampuero de mi niñez.
El 15 de Abril de ese año (1969), cumplí mis 13 años, mi padre que se tomaba el tren todos los días para ir a su oficina en el Consulado Argentino en Bilbao, ese día me llevó con él. y esa tarde fuimos a una bicicletería a comprar mi bici nueva, pues bien fue una BH, maravillosa, azul, con cambios y luces a dínamo, nos volvimos en el tren, recuerdo que serian las diez de la noche o algo parecido, bajamos del tren con mi bici nuevita, y mi padre la condujo y yo iba atrás, que lindo fue ese viaje, no lo olvidaré más.
Así fue que mientras vivimos en Ampuero, por la mañana íbamos con mi padre en la bici hasta la estación, mi padre tomaba el tren y yo me volvía, y por la noche iba a buscarlo, la luz de la bici marcaba el camino y nosotros felices íbamos contándonos como había sido ese día. Así pasaron los días en Ampuero, caminatas, amigos de algún caserío, recuerdos imborrables.
Ya volveré con mis hijos a Ampuero para que vean los lugares en los que yo viví y fui feliz, y que no olvido.
Me gustaría poder saber que fue de la Casa Colorada, de sus dueños, fueron amables con nosotros, y nosotros los recordamos siempre.
Espero querido amigo si me puedes ayudar, tu que eres de Ampuero.
 Te mando un abrazo desde Buenos Aires.
 Prudencio Martínez Zuviría
 continuará

 

 

 

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