martes, 27 de mayo de 2014

La Moción de Censura


En el devenir de la historia ampuerense hay acontecimientos  singulares  que alcanzaron en su día gran trascendencia, indudablemente dentro de la esfera local.
“La Fuente de la Rana” trata de vez en cuando de recuperar esas “fechas históricas” y explicarlas del modo más objetivo.
Hoy toca la del 11 de septiembre de 1989, cuando tuvo lugar la moción de censura que apartó de su cargo de alcalde a Miguel Ángel Garzón y colocó como nuevo regidor a Carlos Ruíz Ocejo.
Han pasado 25 años de aquel suceso, algunos  lo recordarán con “pelos y señales”, incluso con más datos y certezas de las que aquí puedan detallarse, otros lo recordarán de una forma bastante imprecisa y para algunos será novedad, porque igual no vivían aquí o no habían ni nacido.

El 11 de septiembre de 1989 se reunió la Corporación municipal de la villa ampuerense, a las 8 de la tarde, con carácter extraordinario para debatir en sesión plenaria la moción de censura presentada por los concejales del PP e Independientes contra el alcalde socialista, Miguel Ángel Garzón.
Siempre es importante para tratar estos temas haber conservado viejos recortes de prensa y oportuno evitar las descalificaciones personales que en ellos figuran. Hay que reconocer que en aquel tiempo la política municipal se vivía en Ampuero con mucha tirantez y agresividad, entre la derecha y la izquierda. Afortunadamente han cambiado los tiempos.
La derecha había gobernado un periodo amplio, pero los socialistas  en cada comparecencia electoral limaban las distancias. Y cuando la derecha se dividió por “luchas intestinas” tuvo opción la oposición de alcanzar la alcaldía,  pero tan sólo durante dos años.

La razón principal que esgrimieron los 4 concejales populares y los dos independientes para presentar la moción de censura fue que acusaban a Garzón de un nulo entendimiento con la Diputación Regional y en consecuencia de la pérdida de inversiones y mejoras para el pueblo, se señalaba que esa falta de contacto con Santander (con el presidente del gobierno de Cantabria,  Juan Hormaechea,  en particular) o venía de antipatías personales o de una política dirigida por su propio grupo político.  Lógicamente el alcalde lo que exponía era que su nombre siempre aparecía con un círculo rojo en el Gobierno regional y que nunca se atendían sus peticiones por razón de su color político.
 
La convocatoria de este pleno durante las fiestas patronales añadió más expectación al debate en la calle, algo que sin duda fue buscado por los socialistas porque era como si encontraran más respaldo y resonancia popular en perjuicio de quienes apoyaban la moción, que mantuvieron un posición silenciosa.
Ocejo claramente aseguró que la elección de la fecha no fue oportuna y recordaba que en las pasadas elecciones el centro derecha había obtenido la mayoría pero ambas agrupaciones no llegaron a un entendimiento, si ahora se unían razones no les sobraban y estaban en su derecho. Carlos Ruiz Ocejo asegura también vivir con esperanza estos momentos porque se avecinan mejoras en el abastecimiento del agua, saneamiento, pavimentación, arreglo de carreteras, dragado del Asón, centro de salud, polideportivo, alumbrado público, etc.
Miguel Ángel Garzón, hombre que accedió a la política en las últimas elecciones de 1987 y que se vio elegido de la noche a la mañana alcalde, aseguró haber tocado en todas las puertas habidas y por haber pero a la hora final de recibir el dinero, éste nunca aparecía. En el fondo alguien tendrá que avergonzarse de haber jugado con los fondos del dinero público, señaló. Y a pesar de todo ello, manifestó que abandonaba el cargo consiguiendo reducir en una cuarta parte la deuda existente y con “deportividad” deseó buena suerte al nuevo equipo de gobierno.
Al filo de las ocho y media de la tarde, Carlos Ruiz Ocejo se convertía en el nuevo alcalde de Ampuero al prosperar la moción de censura. La sesión plenaria contó con la presencia de numeroso público, que no sólo abarrotó el salón de sesiones, sino que también ocupó escaleras, pasillos y aledaños del Ayuntamiento.
 

Dijo la prensa que si el anterior alcalde fue despedido en olor de multitud, el nuevo, tuvo que soportar el abucheo de cientos de personas que aguardaron su salida, que se produjo sin mayores problemas ante la mirada de algunos números de la Guardia Civil. De todas formas, señalaba “El Diario Montañés”: “Para cubrir posibles eventualidades, en los bajos del Ayuntamiento se encontraba una unidad de reserva de antidisturbios de la Benemérita de Santander”.
La sesión plenaria duró algo más de media hora y eso que hubo interrupciones por irrumpir “guligans” con pancartas. Por parte de los socialistas intervinieron Alfonso Setién y Manín Abajo, el primero señaló que todo era debido a las luchas por el poder entre distintas personas de la derecha local (en clara alusión al enfrentamiento existente entre Francisco Céspedes y Manuel Martínez Ganzo) y el segundo veía en la moción “indicios de soborno”.
Por parte del PP, quien también fuera alcalde en su día,  Vicente Setién  Zorrilla entró en discusión con Garzón sobre la titularidad de algunos proyectos de obras. Y este punto poseía su importancia porque en la calle en esos días también se habían visto circular panfletos indicando quienes habían conseguido ciertas obras y quienes las habían sumado a su carro.
Ganzo desde el grupo independiente manifestó su protesta por la forma elegida para desarrollar el Pleno.
Mencionaba “El Diario Montañés” que tras su finalización Garzón se asomó a la balconada consistorial y fue aclamado por unas mil personas.
 

Estimo que ese dato es muy  exagerado, pero en fin, así está escrito.
Diversas situaciones de tensión se vivieron en el transcurso del pleno. Una avalancha de público llenó los salones a empujones, señalaba “Alerta”.
Garzón derramó un vaso de agua involuntariamente y dirigiéndose al candidato le comentó: “te voy a dejar mojado el sitio”, lo cual sirvió para que el público esbozara una pequeña sonrisa; pero ligera porque “el horno no estaba para bollos”.
Garzón recibió calurosos aplausos cuando señaló que antes era fácil gobernar a base de créditos de los bancos y endeudar al Ayuntamiento. La intervención de Ignacio Abajo sobre sobornos y la dignidad de los cargos públicos  originó aplausos en un sector del público e insultos dirigidos a los firmantes de la moción.
Tras producirse la votación y la automática proclamación del nuevo alcalde de Ampuero, arreciaron los gritos. El alcalde destituido salió como ya hemos dicho al balcón con un ramo de claveles, a saludar a los congregados y exclamando el vaticinio de: “Volveremos dentro de dos años”.
Por su parte el nuevo alcalde permaneció en el interior del Ayuntamiento media hora, junto a tres concejales de su partido y el independiente Ignacio Gómez Sierra, para evitar la confrontación con los radicales congregados afuera.
Al filo de las 9 y 20 de la noche salieron del Ayuntamiento y el nuevo alcalde iba acompañado del diputado del Partido Popular Dionisio García Cortázar, que en todo momento apoyó la moción de censura.
El cambio de regidor trajo consigo grandes inversiones en obras pero Miguel Ángel ganó en las siguientes elecciones y de nuevo ocupó la alcaldía y con mayoría absoluta.

Sucedió hace 25 años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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