miércoles, 11 de septiembre de 2013

Polémica suspensión II. (Habla un novillero)

"Es una estupidez que el ganadero nos acuse de tener miedo a los novillos"
 
Juan Millán, uno de los dos novilleros que no pudo torear el pasado domingo en Ampuero tras suspenderse la corrida, rechaza las acusaciones del ganadero.
 
Abel Verano. El Diario Montañés 11-9-2013
 
A sus 26 años, Juan Millán ya lleva a sus espaldas unas cuantas novilladas. El 23 de abril de 2007 mató su primer novillo en público en la Plaza de Toros de los Pradillos, en Perales de Tajuña (Madrid). Y ese mismo año se vistió por primera vez de luces para debutar como novillero sin caballos en Cascante (Navarra). Cuatro años después, debutó con picadores. Desde entonces ha pisado diferentes ruedos en Madrid, Vitoria, Puerto de Santa María, Alicante, Peralta...
El pasado domingo no pudo lidiar los novillos de la Ganadería Hermanos Martín Alonso que protagonizaron por la mañana el tercer y último encierro de Ampuero, como consecuencia del mal estado que presentaba el ruedo por la lluvia que cayó la noche anterior, tal y como se recogió en el acta en el que se acordó la suspensión del festejo.
Aunque esa es la versión oficial, el ganadero Luis Miguel Martín Alonso se desmarcó el pasado lunes asegurando que la verdadera razón por la que la corrida se había suspendido era «porque los novilleros habían cogido miedo a los toros».
Ante estas acusaciones, Juan Millán quiso dejar claro ayer que, ante el estado del ruedo, «era imposible torear». «Imagino que el ganadero esté molesto porque los novillos no van a ser lidiados y van a ir al matadero tras salir en el encierro y suspenderse la corrida. Y está en su derecho, pero me parece injusto soltar esas acusaciones sobre los novilleros. Es una estupidez que nos acuse de tener miedo», señaló.
Este novillero de Alcalá de Henares, que toreó por primera vez en Cantabria en la plaza cuadrada de Rasines donde cortó un rabo en 2010, reconoce que es la primera vez que un profesional le acusa de miedoso y asegura que nunca se ha negado a lidiar un toro, «porque lo que queremos los toreros es torear». «Más me fastidia a mi que llevo tres novilladas este año y ha fallado esta».
Respecto al tamaño de los novillos que serán sacrificados en Zamora tras suspenderse la corrida, Juan Millán dice que eran «gorditos, pero de lo más normal». De hecho asegura que en otros sitios se ha encontrado con toros más fuertes. «Todo esto se va a quedar en una anécdota. Mi carrera y mi curriculum está fuera de toda duda», asevera.
Perjuicio para el empresario
El empresario que organiza los festejos de Ampuero, Félix López 'El Regio', reconoció ayer que tendrá que asumir el coste de los seis novillos que no se pudieron lidiar y que ronda los 9.000 euros. A esta cantidad hay que sumar los gastos de desplazamiento de los dos novilleros, los mozos de espada, así como los servicios sanitarios. «El seguro no cubre la suspensión de la corrida porque ese día no llovió. El mal tiempo nos ha fastidiado este año».

 
 

3 comentarios:

  1. Vamos a ver. Aqui hay algo que no cuadra. Si como dice el novillero el ruedo estaba impracticable, eso era seis horas antes de la anunciada para el festejo, y a partir de ese momento no volvio a llover y se podia haber acondionado el piso. Si querian torear por qué no se agotó esa posibilidad? Y por qué no se enlotaron, sortearon, y enchiqueraron los novillos después del encierro? Ya se desenchiquerarian más tarde si finalmente no se podia celebrar el festejo, pero se tenia que haber intentado arreglar. El hecho crucial en esta polémica es que no hubo sorteo de las reses. Eso es lo que nadie ha explicado todavia. Acaso ya se habia producido la suspensión antes de la 1 de la tarde?

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  2. El problema de todo es la mala gestión de la concejalía de festejos y de la alcaldía por que la verdad que mala imagen tenemos ahora , y el problema de todo es que esto repercute en nuestros encierros . Queremos responsabilidad política de la concejala por que las fiestas han estado muy desorganizadas .

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  3. Sin meterme en profundidades pienso que la lluvia es devastadora para unas fiestas como las de Ampuero.

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